El invierno es una estación muy dura para las plantas y para el césped. Por ello, el otoño es el momento ideal para que el buen jardinero lleve a cabo una serie de operaciones de acondicionamiento. Estas tareas harán posible que la vegetación sobreviva al viento, a la lluvia, a la nieve y a las bajas temperaturas, de forma que vuelvan a brotar con vigor y belleza la primavera siguiente. A lo largo del invierno, el césped, al igual que el resto de la flora, permanece vegetando.
- El mes de abril es el más adecuado para prepararlo de cara al invierno. Con este fin se realizarán los siguientes trabajos: siega, abono, aireado y drenaje de la tierra y, por último, replantado.
- Segar el césped Durante los primeros días de abril se llevará a cabo la última poda del césped. Se ha de procurar no cortar en exceso para evitar que éste sufra. Segarlo demasiado puede debilitarlo y ayudar a que crezcan el musgo y las malas hierbas.
- La temperatura media y la humedad característica de esta estación propiciarán que brote. Es muy importante quitar las hojas que hayan caído de otros árboles y flores.
- Si el césped es fino se debe segar cada dos o tres días, si es medio, a intervalos de tres y cinco días. Y si es de otra clase, al menos una vez a la semana.
- Una vez se haya cortado, hay que retirar los restos con la ayuda de un rastrillo.
- También hay que prestar atención a la dirección en la que se siega, para evitar solapamientos, dobles pasadas y cambios bruscos de dirección.
- Es necesario asegurarse de que el césped está seco, ya que la humedad atasca la máquina y la caja de la hierba por lo que la segadora tardará más.
- Cuando soplen vientos fríos no hay que cortarlo, ya que éstos pueden quemar los extremos de la hierba.
Cómo preparar la tierra:
- El aireado favorece el crecimiento del césped a través de la oxigenación. Se realiza con una horca de jardín introduciendo sus dientes hasta unos 7,5 cm. de profundidad.
- Hay que remover hasta que el césped se levante un poco y repetir la operación cada cuarto de hora.
- Se puede airear siempre que se crea necesario, aunque se suele realizar en otoño.
- Además, se debe alimentar el césped con un fertilizante adecuado. La cantidad exacta de la que no se debe exceder es de 100 gr. por cada 0,8 m².
- En el otoño se aplica un abono con bajo contenido en nitrógeno en relación con el ácido fosfórico y el potasio.
Cómo replantar el césped:
- Las zonas del jardín que estén poco pobladas, necesitan una replantación. Ésta se puede llevar a cabo de dos maneras diferentes.
- Es posible sembrar a mano, para ello hay que conseguir unas estacas y unas cuerdas. Con ellas se ha de marcar el césped, formando franjas de 1 m. de ancho.
- La cantidad de semillas que se han de sembrar varía de un suelo muy fértil a un suelo menos rico. En el primer caso, a cada 0,8 m² le corresponde 16 gr. de semilla. En el segundo, se dobla la cantidad. También se pueden plantar tepes.
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