Flores
Estos días estoy leyendo un libro de viajes de una escritora escocesa, Mary Stuart Boyd, que estuvo viviendo durante seis meses en Mallorca en compañía de su marido, dibujante y pintor, y de su hijo. El libro salió publicado en el Reino Unido en 1911. El libro poco conocido en España ya que no tuvo traducción a ninguna lengua del estado español hasta el 2008 que se tradujo al catalán.
Al leerlo he topado con una pequeña descripción del jardín de la casa tal como lo encontraron al alquilarla para pasar el invierno en Palma de Mallorca. Es una casa y un jardín sin pretensiones pero me ha parecido interesante traducir al castellano como era un jardín popular de una casa del barrio de Son Espanyolet a primeros del siglo XX. y tal cual os la adjunto.
Sobre la ancha cornisa de la galería, a ambos lados de la escalerilla que bajaba al jardín, había unos grandes tiestos verdes. Tres de ellos contenían geranios con hojas parecidas a la hiedra, uno contenía un cactus que tenía la apariencia de cuatro erizos de mar espinosos, hechos con un molde y el resto estaban vacíos.
El Jardín tenía diecinueve pasos por veintidós. Unos senderos elevados hechos de cemento lo dividen en ocho platabandas. Las cuatro mayores rodean el pozo pintoresco; las cuatro más pequeñas están en hilera, dos a cada lado de la escalera de la galería. Cada platabanda contenía varios árboles frutales. Había un limonero robusto con frutas y flores y tres naranjos; uno de ellos tenia unas sesenta mandarinas. Cerca de una segunda parra había siete almendros y dos albaricoqueros. También había un arbusto que no habíamos visto nunca, con unas flores que olían como las del espino en las cuales se encontraban muy atareadas. Más adelante nos enteramos que se trataba de un níspero.
Algunos rosales, algunos de lo cuales tenían la amabilidad de dar flor durante todo el invierno, un jazmín, una verbena alta y olorosa, una hilera larga de pimientos, un grupo de alcachoferas y matas de las mas diversas hierbas, completaban nuestro reino vegetal.
Mallorca es un paraiso para el jardinero o más bien lo sería si la lluvia estuviera garantizada ya que el clima cambia tan poco que casi todo se puede plantar en cualquier estación.
Mary Stuart Boyd
Les illes venturosas. Vida i viatge a Mallorca, Menorca i Eivissa
Versión catalana, introducción i notas de Jaume Boada i Salom
Edicions Documenta Balear
Palma de Mallorca 2008
-
0 comentarios:
Publicar un comentario