Especial Lección no. 2: DEJAR EN PAZ

Especial


Me pasa a veces que una planta me gusta tanto que termino lastimándola por exceso de celo.
Un día me compré una suculenta rarísma, por lo menos para mí, que nunca había visto nada así. Cometí una serie de errores:
1) la regué demasiado: se le pusieron las hojas flaquitas. Entonces,
2) la podé. La pobre se fue poniendo cada día peor hasta que quedó tan fea que le tuve que arrancar algunas hojas y
3) no puede parar de arrancarle las hojas feas, que eran casi todas.

Resultado: una suculenta completamenta mutilada.

Finalmente, en un momento de lucidez, decidí dejarla en paz, sacarla afuera y no hacerle nada, dejar que la cuide su madre naturaleza porque yo me estaba convirtiendo en una madrastra de cuento infantil. Ahí anda, recuperándose.


Lección n0. 2. SI UN CACTUS (O SUCULENTA) TIENE MAL ASPECTO LO MEJOR ES DEJARLO EN PAZ.


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